Halloween está a la vuelta de la esquina y ya estamos preparados para las fiestas de disfraces y para acompañar a los pequeños a pedir dulces de puerta en puerta… Sin embargo, en México nos llama algo más, una festividad solemne que nos une en el recuerdo de nuestros familiares y amigos que han pasado a mejor vida. El Día de Muertos.
Calaveras de azúcar, papel picado, flores de cempasúchil, comida y elementos que nos recuerdan a nuestros seres queridos, son parte de la tradicional ofrenda, el corazón de la celebración de Día de Muertos; una celebración que ha cruzado fronteras y ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
El Día de Muertos es una festividad ancestral en el que elementos precolombinos se conjugan con el catolicismo para crear una de las celebraciones que definen la identidad de nuestro México. En esta solemne celebración las familias se juntan para diseñar y crear su propio altar y así mantener el legado de sus familiares y amigos.
Estos altares son una ofrenda a los espíritus de quienes ya no están entre nosotros quienes, de acuerdo a la creencia, nos visitan el 1 y 2 de noviembre. Es con las ofrendas con lo que les damos la bienvenida. Es impresionante como aun cuando la fe católica es predominante, esta creencia colectiva se mantiene viva, adoptándose y adaptándose al México moderno.
Si lo que te gusta es conocer nuevas tradiciones y descubrir aspectos nuevos de nuestro México, no te puedes perder de esta celebración, en la que encontrarás eventos, altares y exposiciones para todos los públicos.
Visita México y sé parte de las más sorprendentes y coloridas tradiciones, y recuerda que si estás planeando tu viaje solo hay un sitio en el que podrás encontrar todo lo que necesitas.